lunes, 31 de diciembre de 2012

Y multiplicar las sonrisas de 2012, como mínimo, por 13..


Último día del año.

No sé por qué la gente se empeña en pensar que las cosas cambiarán de un día para otro sólo porque cambiemos de número.
Hacemos balance, nos marcamos metas y propósitos, y estipulamos las nuevas reglas de otro juego pero… lo más importante… hay que cumplirlas, señores. Y es que no basta sólo con proponérselo, aunque ya sea un gran paso.




Hace unos años alguien me enseñó el concepto de “foto bonita”. Alguna vez hablé de él, pero para quienes no sepáis a qué me refiero, os contaré que todos tenemos una.
Tu “foto bonita” es esa imagen que te gustaría ver en un futuro, ese lugar en que querrías estar, ese sueño que querrías cumplir, eso en lo que te gustaría verte convertido. Un objetivo. Una meta. Un logro. Una realización. Un todo.
Ahora que acaba el año es un buen momento para hacer nuestra “foto bonita” y empezar a emprender el camino hasta ella.
Yo tengo muchas “fotos bonitas”, y no espero al 31 de diciembre para disparar ni al 1 de enero para intentar revelarlas. A veces salen mal, pero otras son dignas de tenerlas enmarcadas y presentes toda la vida.

Como todo el mundo, también tengo mis propósitos para el año nuevo. El más importante, y en el que se basa todo diría que es “Multiplicar las sonrisas de 2012, como mínimo, por 13”.
No sé si será cosa de gatos o de libélulas, pero el privilegio del positivismo no lo cambio por nada del mundo. El truco? Es sencillo.. y es que no lo estás viendo bien, gira el caleidoscopio, corre, deprisa! Y date cuenta de que eso contra lo que chocas no es una pared, es un peldaño. Ahora sólo tienes que subirlo. Y así toda tu escalera.

En 2013 haré puenting, borraré dos de los puntos suspensivos de cada historia que no quiera, desecharé cada cosa que no aporte algo bueno a mi vida, iré a NY, terminaré de leer cada libro que empiece aunque no me guste, exprimiré a cada persona nueva que entre a formar parte de mi mundo, echaré a quienes no se dejan exprimir y reexprimiré a quienes ya están en él.

Cerraré las puertas por las que me entre frío y abriré las ventanas por las que entra el sol. Seguiré escuchando música a todo volumen y bailando en la ducha como una loca, y no dejaré de cantar en los semáforos aunque el del coche de al lado me mire y se ría.

Escribiré lo que me apetezca cuando me apetezca. Pensaré antes de hablar en ocasiones, y en otras hablaré sin más.

Me sobrarás más que me faltarás.

No trataré como prioridad a quien me trate como opción. No trataré como opción a quien me trate como prioridad.

Seguiré despertándome con sueño, comiendo sin hambre, riéndome con ganas. Seguiré dando más de lo que recibo, hablando más de lo que callo, soñando más de lo que duermo.

Pediré perdón cada vez que tenga que hacerlo y perdonaré cada vez que me pidan perdón.

Olvidaré. Empezaré de cero.

Cuidaré todos y cada uno de mis tesoros.

No cometeré el error de no caer en el error.

Escribiré un diario! Mentira, no, eso sé que no lo voy a hacer.

Comeré menos chocolate? Mmmm… tampoco.

Sonreiré siempre. Sí. Eso sí.

Lloraré algo, pero poco, y sólo por eso de limpiar los ojos.

Y sobre todo… No desaprenderé lo que aprendí.





Mi 2012 ha sido… Libélula, sí, esa es la definición más acertada que puedo darle. 
Y lo mejor de todo es que no es un año, es una mentalidad, es una actitud, es… una era.


Feliz Año II de la Era Libélula.
Feliz 2013.












jueves, 27 de diciembre de 2012

Porque 2013... Va-a-molar-mucho!!


De 2012 aprendí que crecer sólo duele al principio, cuando duelen las rodillas, pero que luego ese dolor ya no es malo, no hace tanto daño, y mola..

En 2012 te aprendí, y aprendí a quererte sin quererte. A mirar por ti, a respetarte, a desear que fueras feliz, a no ser egoísta. A quitarme de en medio sólo para no dolerte.

De 2012 aprendí que el vaso siempre está medio lleno y la botella también. Con la nevera no ocurre lo mismo, porque cuando tienes mucha hambre siempre la ves medio vacía, pero eso es otra historia que no va tanto conmigo.

2012 me enseñó que a veces se da más de lo que se recibe, pero también me advirtió de que la culpa no era tuya, sino mía.
En 2012 te estudié mientras dormías y descubrí que no eras lo que quería para mi, que no me dabas lo que necesitaba, que no pensaba conformarme con tu “nada” dosificado. Quizás fui yo, que no supe entenderte. O tú, que no supiste explicarte. Da igual. Ya da igual, porque a veces el fin no justifica los medios, y no se necesita nada que justifique ese fin además de sensaciones.

2012 me advirtió que no debía esperar nada de la gente, y sin embargó sólo encontré cosas buenas, porque las malas las fui soltando por el camino cuando empezaban a pesarme.

2012 me enseñó que soy más fuerte de lo que pienso, más independiente, más feliz, más positiva, y que giro el caleidoscopio mejor de lo que creía..
Con 2012 tomé café de la mano de mis sueños, algunos los cumplí, otros quedaron más cerca.

2012 unió a personas importantes en mi vida con otras personas importantes en las suyas, y nos trajo la ilusión de los que vendrán en 2013.
En 2012 conocí a otra pequeñita familia a la que no tardé nada en querer y de la que ya no quiero deshacerme.

2012 nos alejó en kms, pero nos demostró que nos teníamos cada vez más cerca, como siempre… desde siempre.

En 2012 seguí cruzando sin mirar, tirándome a la piscina, superando barreras y matando miedos. A veces fue difícil. Otras incluso lloré. De vez en cuando di algún grito y en algún momento necesité un buen bofetón.

Y así podría estar tres horas y mil líneas, y quizás no me entendieras ni dieras forma a mis metáforas. No importa. Cada uno seguirá pensando lo que quiera que sea que piensa del mundo, y yo seguiré orgullosa de los que están a mi lado.. de lo que 2012 me regaló, y también de lo que se llevó.





En 2012 CRECÍ… Le eché valor al mundo, me di la vuelta cuando hizo falta y di un salto cuando tuve que hacerlo. Corrí deprisa. Me alejé despacio.. pero me alejé. Cada vez que me lo pidió el cuerpo.


En ti pensé.

A ti te puse límites.

Tú engordaste porque eres un gato mimado que duerme en mis pies.

A vosotras os descuidé en ocasiones porque no llegaba a todo... y os eché de menos.

A ti te apoyé, y creo que lo hice bien.

Tú me hiciste el mejor regalo que podías hacerme.

A ti te añoré, pero nunca fui a contártelo.

A ti, te seguí queriendo.

Contigo descubrí que existe gente con barreras.. y no quise luchar para romperlas.


A ti te odié más de lo que te merecías, te traté mejor de lo que te merecías, te consentí más de lo que te merecías; y cuando me di cuenta de lo que me merecía yo…te mandé a la mierda. Y así, tú me perdiste.


A ti te recuperé.

A ti te quise más de lo que te quería.

A ti me acerqué. De ti me alejé.

A ti creí haberte encontrado al día 3, te definí con la perfección, y me di cuenta de que la imperfecta era yo.

Contigo aprendí de la vida, del amor, de la amistad y de otras muchas cosas más.

A ti te escribí más de lo que ves y te publiqué menos de lo que piensas.

De ti seguí aprendiendo. Y de ti. Y de ti, y también de ti..

Tú seguiste presente, conmigo. Siempre.




Y es que si tengo que describir 2012 en una palabra lo hago con GRANDE. Y no cambio ni uno sólo de los momentos que me ha regalado y que me han traído hasta aquí.



Y ahora que tengo la fórmula sólo puedo decir que 2013 va-a-molar-mucho!! Porque lo mejor está por llegar..
¿Vienes?



miércoles, 12 de diciembre de 2012

¿Cómo quieres terminar?


Que haya nubes no significa que llueva.

Y aunque te parezca que no, ya no tienes absolutamente nada que hacer conmigo.. y no lo tienes desde el momento en que pusiste un músculo por delante del cerebro, porque entre las cosas que nunca te dije, te digo que me da exactamente igual lo que seas por fuera, si por dentro para ti soy nada. Pues quien nada no se ahoga.. Y yo te tiré el salvavidas, pero el Universo quiso que te diera en la cabeza, y así pasa, que eso pesa.

Que te dé la impresión de que me encantas no significa que lo hagas. Que te dé la impresión de que te ignoro no significa que lo haga. No confíes jamás en mis “veletismos”… quizás me los provoque tu inestabilidad. Es por eso que te dije que no te fiaras de lo que te digo... Te acuerdas? Pues fíate menos aún de lo que no te diga, porque nunca sabrás mi verdad mientras sea el principio… ni mientras llega el final. 
Mi principio es que no haya finales, quizás por eso jamás serás capaz de entenderme. Por eso… o por otros motivos a los que no alcanzas desde tu golpe en la cabeza con el salvavidas que pesaba.

Y sólo ante quien me garantice un infinito me quitaré la máscara y abandonaré mi rol.

“Dame un punto de apoyo y moveré el mundo”… dame un puto apoyo y moveré el tuyo. O no, quizás no, creo que ya no me apetece.. Es que hay algo muy distinto entre los dos, y la diferencia está en que si yo te pregunto “¿Cómo quieres terminar? Tú me contestas “encima y a la vez”, y si tú me lo preguntas yo te contesto simplemente “juntos”. Porque tú piensas en mí de esa manera, y yo pensaba en tí mucho más allá de esa manera. Y si tú me dices “Ven” yo lo dejo todo, y si yo te digo “Ben” tú me dices “Affleck”… Ahora tradúcelo al pasado, porque no verás eso más en tu presente, o al menos no conmigo.

A veces me pregunto qué es “el fin”. A veces no existe. A veces es ahora, o después, o nunca, pero a veces no existe.

Hay finales que son principios. Principios que uno tiene o principios de otras cosas que vendrán.. Por eso no es lo mismo “el fin” que “un fin”, ni que “en fin, mi delfín”…

Nuestro principio fue un final desde el primer momento, y desde el primer momento fue contra mis principios.

Puede que el fin del mundo no sea hoy, ni mañana, ni el 21 de este mes, pero el fin de nuestro mundo ha sido ya, y no te has enterado. Quizás he sido yo, que no he querido que te enteres, pero ya te lo adelanto.. para cuando tengas principios y sepas entender que este fin, es mi principio.





Lo bueno de la lluvia es que tal vez traiga consigo algún paraguas amarillo... aunque hoy no llueva. Aunque sólo haya nubes.

lunes, 3 de diciembre de 2012

"La orquesta tocaba Moon River..."

-Odio hacerle eso.

-Hacerle qué? Qué odias?

-Odio tenerle así, inmóvil, retenido, rehén. Odio ser incapaz de explicarle todo o decirle nada. Odio hacer con él lo mismo que antes alguien hizo conmigo.

-Y si lo odias, por qué lo haces?

-No sé. No puedo evitarlo. Me asfixio.
Quizás esté equivocada. Quizás que alguien te abrace mientras duerme a tu lado no significa que te valore más que quien te da la espalda y duerme al otro lado de la cama... Quizás ambos te valoran. Quizás ninguno lo hace.

-No puedes juzgar a las personas por si te abrazan o no.

-Tampoco puedo juzgarlas por la primera impresión. Y entonces? Cómo las juzgo?

-A las personas no se les juzga. Las personas son de una forma que las define en general, que las delinea, pero no son con todo el mundo de la misma manera. Las personas tienen comportamientos distintos dependiendo de lo que quieran obtener de otras personas, o de los sentimientos que éstas les inspiren.
Tú misma, mírate. Podrían haberte juzgado, haberte definido como el mísmisimo diablo o el ángel más adorable del mundo. Sin embargo, eres la misma.. pero no tratas a todo el mundo igual. A veces te comportas como si estuvieras enamorada sin estarlo. A veces te comportas como si necesitaras cuando en realidad no necesitas. A veces, a veces, a veces... confundes. No, a veces no, siempre confundes.

-Quizás por eso tantas veces me llamaron rara.

-Quizás.
Pero, no te das cuenta? Has echado a chicos maravillosos de tu vida, y has querido quedarte con gente que no merecía ni que le abrieses la puerta. No habías aprendido la lección?

-Qué lección?

-La de aprender a valorar y dejar de sobrevalorar. Cuántas veces te dijiste a tí misma que era más importante un beso en la frente que mil versos de frente? Que los pequeños detalles valían más que las grandes parrafadas?

-Sí, y qué? Él también me abrazaba al principio, y tampoco me quería. Simplemente buscaba alguien con quien cenar y ver una peli los sábados de invierno. Y de eso hace ya unos años...

-Y qué? Acabó por quererte. Así se empiezan las cosas que auguran éxito. Quien no acabará queriéndote será quien ya desde hoy no te valora.

-Por qué es todo tan complicado?

-Te estás equivocando al formular la pregunta, deberías plantearte a tí misma: ¿por qué me empeño en hacerlo todo tan complicado?
Tú sabes muy bien que no le quieres, que no lo quieres para tí, que no quieres eso en tu vida.. Por qué te enrabia tanto no tenerlo? Si sabes que si lo tuvieses, escaparías de ahí...

-Ya lo sé. No lo sé. Será un trauma infantil, o algo, qué sé yo, debe de serlo...

-Céntrate. Saca de tu vida cada cosa que te robe espacio para nada. No malgastes el más mínimo latido, porque vendrá alguien que te necesite al 100%, que merezca tu 100%, ese que no has sido capaz de volver a dar.

-Entonces?

-Entonces nada. Deja de pensar que la gente vomita arcoiris. Déjate llevar y disfruta..de tu soledad ante todo. Reflexiona, es una de tus películas favoritas, seguramente lo reconocerás, pero párate a pensar en esto:



"Sabes lo que te pasa? No tienes valor. Tienes miedo! Miedo de enfrentarte contigo misma y decir: está bien, la vida es una realidad. Las personas se pertenecen las unas a las otras porque es la única forma de conseguir la verdadera felicidad. 
Tú te consideras un espíritu libre, un ser salvaje, y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno nena, ya estás en una jaula! Tú misma la has construido, y en ella seguirás vayas donde vayas, porque no importa a dónde huyas..siempre acabarás tropezando contigo misma"




-Desayunamos?

-Claro. Tienes diamantes?

-No, pero tengo café.

-Pues muy cargado y con sacarina, por favor.

-Y una pizca de recuerdos.

-Gracias.

-A ti, pequeña padawan.







Esta noche suena "Moon River", y esta entrada no va por Ti, ni por Tí, ni por Ti, aunque sé que Tú y Tú os dareis por aludidos. Tú no, porque no lo leerás, pero por si acaso, también te advierto. Por eso aclaro que cualquier parecido con mi realidad es pura coincidencia... quizás porque estamos hechos de momentos. De momentos, y una pizca de sal..

Buenas noches, y buena suerte.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Porque quizás un día sea tarde.



De repente, boom!! Frío, oscuridad, cemento…
Y  yo sólo veía blanco… o negro.  Me daba calambres el cuerpo, y con él, el corazón, que estaba a punto de pararse.

Era la hora de comer y subía con 12 rosas y un perdón destartalado, roto, envejecido, borroso. Pero me había clavado todas las espinas.
Hacía 28 años que dormía a su lado y todavía temblaba al recordarle… pero no de esa manera. Me temblaban las piernas, las manos, me vencían las rodillas… Y no, no era bonito.


Era tarde, de madrugada, cuando abrió la puerta anoche. Venía oliendo a destilería y humo, y al encontrarle durmiendo en su sillón, la emprendió con ella. Me desperté sobresaltada, bajé las escaleras lo más rápido que pude para defenderla, a mí podía hacerme lo que quisiera, pero no iba a dejar que amargase su vida.
Al verme aparecer la soltó de golpe dejándola respirar, y vino cara a mí, quitándose el cinturón. Me cogió del cuello, me empotró contra la pared, y se ensañó conmigo. 

Del resultado sólo he sido consciente esta mañana frente al espejo: un labio partido y un ojo amoratado.
Sin desayunar siquiera, he cogido las gafas de sol más grandes que he encontrado y he bajado a la comisaría.

A la hora de comer ha llegado a casa con sus 12 rosas y su perdón destartalado, roto, envejecido, borroso.
La comida no estaba lista, pues lo de la denuncia me había llevado más de media mañana. Suerte que ella estaba en el instituto.

Al percatarse de que la mesa tampoco estaba puesta y no había cerveza fría en la nevera… Boom!! Y frío, y oscuridad, y cemento…
Me daba calambres el cuerpo y, con él, el corazón, que estaba a punto de pararse…

Que se había parado para siempre.



Violencia no es sólo una mano encima. Maltrato no es sólo un golpe. 

No esperes a que sea tarde.
25 de Noviembre, día internacional contra la violencia de género. 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sólo cinco minutos más.. porfiii !!

Esta mañana he pospuesto la alarma del móvil 5 minutos, y he seguido profundamente dormida hasta que ha vuelto a sonar. Así, que he desayunado 5 minutos más tarde, me he vestido 5 minutos más tarde y en vez de salir de casa a las 7.45h, he salido a las 7.50h. Y no os imagináis la de cosas que cambian en 5 minutos..

En 5 minutos el semáforo que siempre está verde, hoy estaba rojo.

Los policías del barrio ya habían tomado café.

El vecino del portal por el que pasas con la bici sale con sus dos beagles, ocupando media acera.

El westy que siempre ves atado a una farola, hoy pasea con su dueño, al que por fin pones cara, y que acaba de salir del bar con el periódico en la mano.

La pareja de quinceañeros que otros días ves besarse en el portal, hoy cruza la calle cogida de la mano.

La niña con uniforme que camina oyendo su mp3 hacia el colegio, corre porque llega tarde (también ha debido retrasar su alarma 5 minutos)

Llegas al gimnasio y no te cruzas en la puerta con el monitor que entra cada día a corre-prisas.
La clase está a punto de empezar, pero tu bici sigue libre.
En 5 minutos el mundo ha despertado, pero durante 50 sólo pedaleas, y te parece que la Tierra deja de girar.
5 minutos dura el final de hoy, con las luces apagadas, que casi te da ganas de llorar del subidón.

Sin embargo, cuando de nuevo sales a la calle y desatas tu bici te encuentras con mucha más gente que no ha pospuesto su alarma ni un solo segundo.

En 5 minutos cuentas 5 madres que arrastran carritos vacíos tras dejar a sus niños en la guardería.

En 5 minutos aparece el hombre que baja a su cachorro de bulldog francés, quien espera a su lado en el semáforo rojo, obediente, desatado, que no se mueve, que le mira y aguarda, con la cabeza levantada buscando la mirada de su dueño. Y sonríes.

En 5 minutos te cruzas con un señor  al otro lado del paso de cebra que sujeta un ramo de rosas rojas con una nota, y no puedes evitar volver a sonreír, y él, orgulloso, te devuelve la sonrisa.

En 5 minutos te das cuenta de que has cambiado tu “Quiero lo que me das, pero lo siento, no te quiero”, por un “Te quiero, pero lo siento, no quiero lo que me das”.

En 5 minutos tu canción favorita ha terminado.

En 5 minutos es hora punta y el Mc.Auto está lleno.

En 5 minutos se me han secado las uñas.. Y en menos de 5 me las has estropeado.

En 5 minutos se ha ido la nube y ha vuelto el sol.

En 5 minutos has llegado al trabajo, y estás aparcando la moto.

Y 5 minutos te bastan para darte cuenta de todo lo que puedes hacer en 5 minutos.

En 5 minutos te has quedado dormida, sin querer.

De 5 minutos, me sobraron tres para abrir los ojos, y salir de allí tras descubrir que ya no había nada.

Y si todo esto es sólo en 5 minutos… imagina lo que pierdes cada vez que pasa un día sin que digas lo que quieres decir, sin que hagas lo que quieres hacer, sin que des todos los besos que quieres dar…

Y es que a veces, en sólo 5 minutos, descubres que el caleidoscopio sigue girando… de 5 minutos en 5 minutos.

jueves, 15 de noviembre de 2012

"Mi papel es tu enemigo, porque dice lo que callo que yo a ti nunca te digo..."

Entre las cosas que nunca te dije me quedó por decir que no confío nunca en nadie, ni siquiera en mí misma.

Que detrás de esa mirada se esconde tu otra vida, y lo veo, y lo sé.

Que no me bastan tus cuentos chinos agridulces si al final de la partida duermo más sola que contigo.

Que, ¿sabes esa sensación, ese sexto sentido...?

Que creí encontrar el hueso del melocotón en el primer segundo, que patiné embalada contra el muro, que cerré los ojos mientras tú me mirabas, para abrirlos después y que ya no estuvieras.

Que no me creí tus mentiras disfrazadas, porque tus pupilas escondidas siempre me dijeron la verdad.

Que caí en el error de caer en el error.

Que dejarse llevar ya no suena demasiado bien.

Que me pillé los dedos con la puerta de atrás, y ya no puedo salir, ni volver.

Pero, ¿sabes? Suerte la mía que no recompré mi corazón después de venderlo en segunda mano, y que sigo teniendo el pecho tan vacío como antes, tan astillado como siempre... Tan preparado como nunca.

Y después... "que nos quiten lo bailao".




Mientras tanto suena: "Por mi que no haya sido", de Maikel de la Riva (con Dani Martín).

jueves, 8 de noviembre de 2012

Breaking the rules

-Te digo que romper las reglas no siempre fue malo... Que sí, que a veces hacemos las cosas como pensamos que se deben hacer según los códigos que la sociedad, el entorno, y los círculos estipulan para las relaciones sociales... Y te pregunto, ¿por qué? Aceptación? Miedo? Vergüenza? Orgullo? Estrategia?
Y... te sale bien?

-Mmmm.. pues.. no sé, no sabría decirte ahora. Supongo que a veces. A veces sale bien y a veces no. De qué depende exactamente el resultado? Y cuál es el resultado óptimo? El que coincide con el esperado?

-Supongo que yo no soy quién para llevar la contraria a miles de estudios sociológicos que explican el comportamiento del ser humano pero... Por qué no vas a llamar si quieres hacerlo? Por qué no vas a regalar un beso? Evidentemente, no te daré un bofetón aunque me muera de ganas (si alguna vez me pasa)... Y, no tan evidentemente, tampoco te daré un beso.. ¿o sí?

Existen unas reglas, estipuladas no sé cuándo, por quién ni por qué, que se supone que deben seguirse en el mundo de las relaciones, pero déjame decirte que para mí no son reglas sino estrategias... Y las cosas fluyen, no se planean.

Ella siempre fue impulsiva, lo que le trajo más de un problema y algún que otro hostión contra el suelo, y aun así sigue siéndolo, porque ser impulsiva también le regaló los mejores momentos de su vida.

¿Me aceptas un consejo? Si quieres llamarle, llámale; aunque no hayan pasado tres días.
Si quieres verle, búscale.
Si quieres saber, pregunta.
Si echas de menos, dílo.
Si lleva su nombre, cómpraselo, hazle un regalo.
Si te mueres por un beso no se lo pidas, muérdele un labio...
¿Qué es lo peor que puede pasar? Que te lleves un revés, y aun así, y aunque en su momento duela, créeme: te habrá merecido la pena.


Siempre odió el rol del espectador, por eso siempre prefirió la acción...
Conducir? Sin pensar.
Actuar? Sin pensar.
Escribir? Sin pensar.
Hablar? Sin pensar.
Vivir...?
Sin pensar.

Rompe las reglas.
Vive.

Quizás te lleve a algo interesante...



jueves, 25 de octubre de 2012

Hora de la muerte...

Hace tiempo escribí una entrada en algún sitio, no recuerdo muy bien dónde (pero sí el por qué), sobre cómo nos liberamos cuando algo se apaga y termina, cuando por fin quitamos esos dos puntos suspensivos convirtiéndolos en un sólo punto final.

Hoy me doy cuenta de que por mucho que escribas y digas, por mucho que te convenzas a ti mismo, no es sino el tiempo quien finaliza cada párrafo, cada capítulo, cada historia.

Hoy rectifico aquéllo que escribí...



Y no certificas la hora de la muerte, porque no te das cuenta de que ha muerto hasta que el pasado, un buen día, te abre una ventana para recordarte que ya no le recuerdas.


Ahora sí, hoy sí: Hora de la muerte...

viernes, 12 de octubre de 2012

El arte de cagarla... El "des-arte" de perderse.


Hay cagadas que vienen solas, pero ella.. ella siempre fue experta en meter la pata.

Tal vez aquello formase parte de su esencia, o tal vez no.
No. Yo creo que no.

A ella se le da bien cagarla porque nadie le ha explicado cómo escapar de los monstruos que no le dejan ver.

El arte de estropear las cosas empieza con el “des-arte” de dejar de ser uno mismo. ¿Por qué no fue ella? ¿Por qué permitió que aquél día se le cruzaran los cables de tal forma?

Ser impulsiva está bien cuando te tiras a la piscina, cuando decides hacer locuras, cuando escoges exprimir cada minuto, vivirlo al máximo… pero se convierte en el mayor error que puedes cometer cuando te hace actuar sin pensar o pensando demasiado, cuando te bloquea, cuando te anula.. cuando evita que seas Tú.

Las cosas fluyen, no puedes pretender que sea todo ahora y sea todo ya.
Relax. Take it easy. No te precipites, no saltes..
O sí.. salta, valiente!! Pero salta de la manera que debes hacerlo, con todas las cuerdas y el arnés de seguridad bien abrochado. Si aun así te estampas, no habrá sido culpa tuya.. Y por ti que no haya sido.

Iba bien encaminada, hasta que en un momento de debilidad metió la pata por juzgar, por encasillar, por no dejarse llevar, por no hacer caso a aquel “Be water”.

Su cagada fue capaz de sacar de golpe, porrazo y a patadas, aquello que poco a poco se dejaba entrever en su mirada.
Nunca sabrá si la culpa fue suya o de sus ojos verdes, pero nadie le contó el secreto para dormir cuando no estén.. Y qué hace ahora en las noches de tormenta si se va la luz?
No lo sabe.

Jamás usó tres puntos suspensivos, sólo dos.. Y hasta que no lo diese todo por perdido, no utilizaría aquél punto y final.

Metió la pata, sí, y ahora sólo puede pedir perdón, así que: Perdón.

Sentí quemarte. Quiero verte.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Entre karmas y bofetones… la teoría de la aceituna.



Hacía tiempo que creía que el Universo le devolvería de golpe cada  una de sus pataletas.

Siempre confió en la palabra de Barney Stinson y le dio la razón en aquello de “No cabrees al Universo, o el Universo te dará una bofetada”.

A veces pensaba que sólo estaba en el mundo para cumplir una misión, la de “asesinar” a cada Cupido que no había sabido querer.
Pero, ¿y ella? ¿Era su vida una simple noria que daba vueltas sin parar? Habría bastado con bajarse tras el primer viaje, pero siempre fue incapaz de hacerlo.
Sabía que no podía seguir así, que tenía que salir de aquella espiral que dibujaban las líneas de su mano y dejar de girar sobre sí misma una, y otra, y otra vez… pero no podía, no sabía, nunca encontraba el modo de hacerlo.

Existiría el karma de las relaciones?
Tendría su karma nombre y apellidos y vendría disfrazado de aceituna a devolverle todo cuanto ella a otros hirió, y a hacerle sufrir por cada cosa que había hecho mal?
  
Si le había quedado alguna secuela de todo aquello era la de ser incapaz de confiar en nadie (incluída en sí misma)… Y es que hoy por hoy la confianza, junto con los paraguas, es de las cosas que más rápido se pierde.

Pensó que su castigo era no conformarse con nada, tener siempre la necesidad de “seguir buscando” aunque después de rascar la pegatina le hubiese salido premio.

No lo sabía. No estaba segura. Así que decidió parar las máquinas, la de la cabeza y la del pecho a la vez… y no pensar.

Tal vez el bofetón del Universo tenía nombre y apellidos y venía disfrazado de aceituna, pero ella ya había tomado una decisión: había decidido mordisquear hasta encontrarse con el hueso; ese hueso que la haría escupir o la mataría ahogada después de atragantarse con él.

Fuera lo que fuese, el bofetón del Universo también traía en sus ojos verdes un mensaje para ella:

“Enhorabuena. Ya no eres fría, no eres inerte, sientes, padeces, y ya no tienes la necesidad de mirar a nadie más.
Te sacarán los ojos o te los llenarán del brillo que irradias ahora en tus miradas, pero cualquiera de las dos opciones será buena para ti, porque cualquiera de las dos te estará tendiendo una cuerda para salir del pozo oscuro de tu espiral. 
Cógela. Estira. Trepa. Disfruta de la luz… que hay aceitunas con hueso, sí, pero también las hay rellenas de anchoas…”

Y aquél fue el más valioso consejo que le dio, aquel que venía de la mano más dolorosa que pudo tenderle… aunque eso estaba aún por descubrir.

Vive. Ama. Disfruta. Come aceitunas… que el caleidoscopio está girando, baby.

martes, 4 de septiembre de 2012

¿Qué? Café!!

Hoy te regalo aquéllo que escribí algún día apenas recuerdo cuándo.. Para que lo exprimas, para que lo desgranes, para que lo saborees, para que reacciones... para que veas que estas cosas, tan amargas como el café y a la vez tan adictivas, nos han pasado a todos.
Hoy es para ti, que tanto me enseñas cuando aprendes de mi.


"Cuando el día empieza rompiendo  tu taza de desayuno preferida, ya sólo puede ir a mejor.


Quebró el cristal, derramó el café, y con él, todos y cada uno de los recuerdos que me anclaban a tu historia.

Limpié hasta que no quedó ni la gota más pequeña, ni el trocito de vidrio más invisible en el suelo de la cocina.

Ahora ya puedo andar descalza y sé que no me cortaré. Y eso era justo lo que estaba esperando con tantas ganas durante tanto tiempo.

Y si me corto de nuevo… puedes estar tranquilo... porque sé, que no serás tú quien me haga sangrar nunca más."

domingo, 19 de agosto de 2012

La chica del hielo...y del chichón.


Hay momentos en la vida, en que el Universo intenta decirte algo.
Le pasó a Audrey Hepburn, le pasó a Ted Mosby, y le pasa al protagonista de toda comedia romántica que se precie.

Mi vida, de comedia tenía un buen trozo, pero eso sí, de romántica lo que se dice romántica...

Puede que mi faceta de Asesina de Cupidos esté empezando a molestar al Señor Universo... o al Señor Cupido, que también sería muy justificable...

Parece ser que ambos intentan decirme algo desde hace unos días, pero yo es que debo vivir muy en mi mundo y no me entero de nada... Quizás las Universidades deberían plantearse impartir un Máster del Universo con la especialidad Traducción e Interpretación: Universo-Español, Español-Universo.
Señores de Google, si quieren dominar el mundo junto con Mercadona, incluyan esta opción en su traductor, es un consejo, ahí queda...

No estaría mal.. yo meto lo que me sucede, y Google, que es lo más parecido a Dios en este cybermundo, me explica lo que significa... Si si, yo lo veo, y vosotros?

Así quizás nos ahorraríamos un montón de problemas de malinterpretar y sobrevalorar cosas.

Ayer abrí algo más los ojos. Resulta que existe gente que cree en el amor loca, irracional y empedernidamente.
Existe gente que no lo hace.
Existe gente que no lo hace pero quiere hacerlo, así que se autoconvence a sí misma.
Existe gente que lo hace y no quiere hacerlo, así que también se autoconvence a sí misma.

Yo, por mi parte, no sabrás a qué grupo pertenezco hasta que no retire mi careta... Esa que te hace pensar que soy estúpida a veces, engreída otras muchas, y graciosa las suficientes para que no te importen las otras dos.

De momento y por ahora, el Universo me lanzó una señal en forma de hielo, y hoy tengo un chichón en la cabeza, en forma de corazón.
Quizás lo lanzó el Señor Cupido, que estaba hasta los mismísimos de mis intentos de asesinato fallidos.

No sé qué quería decirme, no sé qué significaba. Quizás simplemente intentaba demostrar que soy la chica deL hielo (que no la chica de hielo).. Quizás no pretendía nada más, nada en absoluto.
Sea lo que fuere, yo no lo descubriré hoy, porque si algo hay de cierto en este mundo de locos, es que sólo vemos lo que queremos ver, cuando estamos preparados para verlo... Aunque te caigan mil hielos del cielo mientras maldices al amor.


jueves, 9 de agosto de 2012

Jugar a perderse para encontrarse

A veces la gente se pierde. Yo, encima, me oriento fatal. 
Sí, el día que repartieron el sentido de la orientación debí de quedarme durmiendo, porque a día de hoy todavía no he averiguado en qué parte del cerebro la tengo...


Es cierto que hay que perderse para encontrarse pero... ¿cuánto tiempo tenemos que estar perdidos?

Y, ¿cómo define cada uno el "perderse"? 
¿Es no saber llegar a un sitio? 
¿Es no saber dónde estamos? 
¿Es dar vueltas y vueltas sobre uno mismo sin ser capaz de avanzar? 
¿Es olvidarse de quiénes somos? 
¿Es no encontrar el camino de vuelta? ¿Es equivocarse de camino?



Supongo que cada uno se pierde de una manera. Hay quien pierde el norte y hay quien nunca lo tuvo, como yo, que nací en el sur y me quedé sin muelas del juicio.

Hay quien se bloquea, se queda parado mientras el mundo gira a su alrededor a velocidades vertiginosas, mientras todo se ve borroso, mientras se marea hasta caer al suelo... Quizás esa sea una buena forma de encontrarse... Te mareas, caes, y del susto y el daño del porrazo espabilas de golpe... No lo sé.


Hay quien cuando se pierde camina muy atento, con los ojos muy abiertos, absorbiendo como una esponja cada cosa que encuentra durante su recorrido. Sí, yo creo que esa también es una buena forma de encontrarse, y, si no de encontrarse, de redescubrirse, redefinirse... de resetearse.



Hay quien anda cabizbajo, mirando al suelo, siendo incapaz de ver lo que hay delante... ¿Será también esa una buena forma de volver? Quizás, si fuiste dejando miguitas de pan por el sendero, lo sea...



A veces la gente se pierde y no se da cuenta de que está perdida ni hasta qué punto lo está.



A veces perdernos hace que nos bloqueemos.



Una vez leí algo así como "Before the beginning of great brilliance, there must be chaos. Before a brilliant person begins something great, they must look foolish in the crowd". Creo que proviene de la filosofía del I Ching, un libro oracular chino que se considera adivinatorio y también moral... O no sé, porque no lo he leído, pero recuerdo que me marcó porque pensé: "Pues quizás no sea tan malo que mi vida sea un caos! Quizás lo mejor está por llegar!" 

Y sí, lo está... sólo necesitamos estar preparados para reconocerlo.


En cualquier caso, nunca me importó demasiado ser tan caótica, y hasta me vino bien para no calentarme mucho la cabeza a la hora de buscar nombres de mascotas...

Pero cuando llega el momento, cuando llega ese momento en que el mundo borroso que giraba a velocidades vertiginosas a tu alrededor se para en seco, cuando te das cuenta de la espiral en la que giras sobre tí mismo, cuando aparece alguien que te dice que aflojes... parece que tu caos, hacia un lado u otro, positiva o negativamente, está a punto de terminar y desaparecer por fin.



Yo me pierdo de muchas maneras. Encontrarme... me encuentro de pocas. 


Esta vez me dio por andar cabizbaja mirando al suelo, y os sorprenderíais al saber que no es malo, porque a veces, mirando al suelo, te encuentras por sorpresa algún billete que te llena los bolsillos que dejaste tan vacíos...


Perderse no es malo. Lo terrible es no volver.



viernes, 13 de julio de 2012

No calles para mañana lo que puedas decir hoy



Yo, como soy muy impulsiva, quizás no sé hacer las cosas de otra forma.

Ahora que por fin puedo cerrar la boca va y resulta que no sé cómo se hace…

Hablo sin pensar, cruzo sin mirar, escribo sin leer y sueño sin dormir.

En este mundo las cosas están sobrevaloradas. Todo está sobrevalorado.
Las relaciones, también.

Quizás tanta porquería rosa de la que hace vomitar arcoirirs es la que tiene la culpa de que los mortales que no vivimos en castillos ni luchamos contra dragones, sobrevaloremos las historias.
Nadie nunca nos enseñó a contar con los sapos que se iban a aparecer en nuestro camino tuviésemos o no ganado al príncipe.

Hace poco recuperé una historia de alguien a quien tenía cerca pero lejos a la vez. No, a él tampoco le enseñaron a contar con las ranas, y ahora se sentía mal porque a días no corría a los brazos de su princesa y prefería chapotear en un charco, pero sin botas de agua.
La culpa es de la sociedad, que nos educa en base a unos cánones que no todo el mundo es capaz de cumplir.

Yo, con mi “veletismo” y mi Yo cambiante pienso a días que no existe “El mundo ideal” de las relaciones, y otros creo que todo es rosa. Aaarrrggghhh!!!
Y cuando digo relaciones no hablo sólo de amor... O sea, sí, pero no de ese amor moñas, empalagoso y tan “puke rainbow”... Hablo de amor de pareja, de amor de amigos, de amor de padres, amor de hermanos y de amor de mascotas.
Yo creo que todo el mundo, para curtir sus sentimientos, debería tocar un instrumento musical, tener una mascota, y practicar un deporte de equipo. Y esto no sé por qué lo digo ahora. Ya lo explicaré otro día.

Hoy veía una película de no-amor en la que ella era fría y distante y él un moñas declarado. Chica fría rompe corazón a chico moñas. Chico moñas se enfada con el mundo. Chica fría deja de ser fría, encuentra a su amor verdadero, se casan, son felices y comen perdices. Chico moñas se convierte en no-moñas y vomita arco iris. Chica fría-yanofría desaparece. Chico moñas-yanomoñas encuentra a otra chica. Chico moñas-yanomoñas se vuelve a convertir en chico moñas. Conclusión? La peli no era de no-amor, sino que ha resultado ser un bodrio insufrible.

El caso es que a veces los impulsos salen mal. Otras, sin embargo, salen bien.

Que nadie marque lo que debe ser nuestra vida.
Será lo que tú quieras que sea. Podrás quedarte con la fea y ser el más feliz del mundo. Podrás quedarte con el guapo y ser la más feliz del mundo. Podrás odiar al guapo y querer al feo. Podrás engañar a la fea con la guapa, con otra fea, o con las dos. El guapo podrá ser tonto. El feo podrá ser tan divertido que acabe por parecerte guapo. La guapa podrá no tener dos dedos de frente... o sí. Podrás enamorarte del mismísimo diablo. Podrás no querer saber nada de ninguno de todos. Podrás ser feliz sólo con el que te haga reír… Y al final, lo que yo veo feo para ti será guapo, lo que yo creo divertido a ti te dará vergüenza, lo que tú crees la historia perfecta a mi me parecerá moñería pura... Y así, para gustos, los colores.

Por suerte, cada uno tenemos un criterio, unas necesidades y unas características que nos hacen más felices o más infelices. Imaginad el mundo si todos buscásemos lo mismo! Menudo desastre.

Llámame fría. Llámame asesina de cupidos. Llámame lo que quieras llamarme... me da exactamente igual. No es real, no lo ves? 


A veces apuestas todo al 21 rojo y, contra todo pronóstico, pierdes. A veces ganas sin apostar. A veces la apuesta no existe, y es simplemente la excusa barata que te inventas para saltar de cabeza a una piscina... aunque no estés acostumbrada a hacerlo.

Sí, “ella” a veces es impulsiva, y qué? Hay cosas para las que merece la pena serlo… 
Y "por mi que no haya sido". Te puede salir mal. Puede significar poner todas tus cartas sobre la mesa pero… Y si sale bien? Si sale bien será la hostia… Y siempre quedan ases en las mangas.

Y es que al final, lo que importa, lo que te llevas, es vivir tu vida, atreverse, saltar... mover ficha haciendo en cada momento lo que te apeteció hacer; diciendo exactamente lo que quisiste decir…

Soñando extrañamente lo que querías no soñar.